La historia de la música, segunda parte

Barroco

Se conoce con el nombre de Barroco al periodo que va desde 1600 hasta 1750. Está encuadrado entre el Renacimiento y el Clasicismo. Los hechos musicales que encuadran esta etapa son la creación de la primera ópera "Orfeo" del italiano Claudio Monteverdi (1607) y la muerte de Johann Sebastian Bach(1750), que será el genio indiscutible de esta época.
    CONTEXTO HISTÓRICO
    Las monarquías absolutas dominan el panorama político de una Europa que está sumida en un continuo de luchas políticas y guerras. El poder sigue estando en manos de la aristocracia y de la Iglesia que quieren mostrar su autoridad organizando grandes espectáculos en los que la música siempre estará presente. Se convierten, para ello, en mecenas de los mejores artistas, los cuales trabajarán en sus grandes cortes y palacios.
    CONTEXTO CULTURAL
    El Barroco es una época de gran fecundidad para el mundo de la cultura, el arte y la ciencia. En esta época se darán cita personajes importantes en el mundo de la literatura como Lope de Vega, Calderón, Cornielle o Moliere; en la pintura contaremos con artistas como Velázquez, Murillo, Rubens o Rembrant; además de destacar científicos como Galileo Galilei, Torricelli o Newton.
    La palabra Barroco significa recargado, excesivo o adornado, por lo que es común encontrar obras de arte en las que no queda ni un espacio que rellenar. A esto se le conoce con el nombre de "Horror Vacui" (miedo al vacío).
    El hombre barroco no persigue la belleza, tal y como se había hecho en el Renacimiento, sino que fundamenta su pensamiento en torno a dos aspectos opuestos: la RAZÓN y el SENTIMIENTO. La razón en cuanto que intentan buscar la lógica y el lado científico de todo. El sentimiento del ser humano que se hará evidente en todos los campos; en el musical sobretodo en la ópera.
    CONTEXTO MUSICAL
    Este pensamiento  barroco (razón-sentimiento) se va a hacer muy patente en el panorama musical. Así pues, en este periodo se busca una codificación de todos los parámetros musicales (ritmo, tonalidad,...) como forma de ordenar y racionalizar la música. Esto lo podemos constatar en la siguiente frase de J. P. Rameau (considerado el fundador de la moderna armonía):
    "...la música es una ciencia que debe disponer de unas reglas bien establecidas; dichas reglas deben derivar de un principio evidente, principio que no puede revelarse sin ayuda de las matemáticas...."
    Pero además, se van a crear nuevas técnicas para poder expresar de la mejor manera posible los sentimientos (monodía acompañada, contrastes tímbricos, uso de dinámicas,...). La ópera será el género que más desarrolle la expresión de los sentimientos.

La opera

A finales del siglo XVI, en Florencia surge un grupo de artistas e intelectuales que trabajarán financiados por el conde Bardi. A este grupo se le conocerá como "La Camerata Fiorentina". Estos artistas están en contra del desarrollo polifónico que habían alcanzado las composiciones del Renacimiento, que por su complejidad, perdían la esencia principal que debe cumplir la música, que no es otra que la de conmover al oyente y hacer brotar en él todo tipo de sentimientos.
    Van a llevar a cabo un trabajo de investigación, intentando retomar las raíces de la música griega. Llegan a la conclusión de que en Grecia la música era monódica y con un acompañamiento instrumental; esta música estaba cargada de una gran expresividad. Basándose en estos principios nacerá la técnica de la monodía acompañada, que será la base fundamental de la ópera posterior. Los artistas de la Camerata buscaban un género capaz de abarcar todas las formas artísticas posibles y por ello denominarán a la ópera como "la obra de arte total", ya que va a reunir en una sola forma a las distintas artes: poesía, música, teatro, danza,...
    La ópera se convirtió en el género más representativo de la época, ya que lograba una gran expresividad gracias a la unión ideal entre música y palabra; se consolidará como uno de las formas con más protagonismo a lo largo de los posteriores siglos.

Clasicismo

 El Clasicismo es un periodo que se enmarca entre el Barroco y el Romanticismo. Suele fecharse convencionalmente entre 1750 (muerte de J.S.Bach) y 1827 (año en el que muere Beethoven). Es una etapa corta que marca la transición de la Edad Moderna a La Edad Contemporánea.
        CONTEXTO HISTÓRICO:
     Es la época de la ascensión de la burguesía a amplios sectores del poder político y económico, lo cual tendrá consecuencias en el mundo de la cultura y de la música. En la 2ª mitad del siglo XVIII se van a dar una serie de acontecimientos históricos importantes y reformas sociales que darán lugar a violentos movimientos de masas, destacando entre ellos "La Revolución Francesa" de 1789, hecho que romperá con las monarquías absolutas. El lema revolucionario de "Libertad, Igualdad y Fraternidad" será llevado a todos los contextos, también al de la música.
    CONTEXTO CULTURAL:
    El Clasicismo es la época de la Ilustración, un movimiento intelectual promovido por la burguesía y la pequeña nobleza, cuya principal manifestación fue La Enciclopedia de Diderot y D'Alambert que divulgará la cultura en amplias capas de la población. En Francia, al movimiento de la Ilustración se le denomina Enciclopedismo. Este movimiento encabezará la Revolución Francesa.
    Los artistas, encontrarán en la burguesía un nuevo público que paga por apreciar sus obras y al que debían satisfacer con creaciones entretenidas y naturales; de esta forma se van liberar poco a poco de las obligaciones de trabajar supeditados al gusto de los mecenas, obteniendo así una mayor independencia creativa pero contando con el reto de tener que depender del público para rentabilizar sus ingresos.
    CONTEXTO MUSICAL:
    La música irá abandonando los círculos eclesiásticos y palaciegos para desenvolverse en casas privadas de la burguesía y en espectáculos públicos.
    En este periodo se produce una vuelta a los ideales de la cultura clásica grecorromana, basados sobretodo en el equilibrio, la sencillez y la belleza (dejando atrás el estilo recargado del Barroco); por ello, en el resto de las artes se conoce a este periodo como "Neoclasicismo". No sucede esto con la música, ya que no pueden copiar los modelos clásicos porque no nos han llegado; sin embargo, sí van a compartir la búsqueda de la belleza y la perfección formal.
    Entre los precursores de la música de este periodo podemos nombrar a dos de los hijos de Bach: C.P.E. Bach y J.C. Bach, pero los tres compositores que se van a convertir en las grandes figuras de este periodo son Haydn, Mozart y Beethoven, que trabajarán en Viena, ya que ésta es considerada la ciudad más importante dentro del contexto musical.



Música religiosa

Como ya habíamos adelantado, la música religiosa va a estar en declive en esta  época, ya que tanto la música instrumental como la ópera se van a convertir en géneros mucho más solicitados por el público en general.
    En el terreno de la música religiosa, no cabe señalar grandes cambios musicales respecto a la época anterior. Se seguirán creando prácticamente los mismos géneros, dentro de los cuales destacará la misa. Un tipo de misa especial que va a adquirir gran importancia en este periodo es elRéquiem.
    El Réquiem es la música compuesta para la misa de los difuntos de la Iglesia católica. Dicha música es ligeramente distinta de la de otras misas, ya que se prescinde de las partes consideradas demasiado alegres para una ocasión de duelo.
    Dentro de este tipo de género, podemos destacar "El Réquiem de Mozart", obra maestra de la música clásica. Según cuenta la leyenda, esta obra le fue encargada a Mozart por un desconocido. El compositor, que entonces ya estaba gravemente enfermo, creyó que se trataba de un encargo del más allá para su propio funeral y murió componiendo la séptima parte de la obra que lleva por título Lacrimosa. Esta parte termina con la palabra Amen, palabra que se utilizaba al final de la misa, algo extraño teniendo en cuenta que a Mozart aún le quedaba la mitad del réquiem por componer. La obra sería completada , siguiendo las instrucciones que el compositor dejó escritas, por su alumno Süsmayr.

Opera Seria

 El clasicismo fue uno de los periodos históricos más importantes para el género operístico. Este género, nacido en el Barroco dentro de los círculos aristocráticos, experimentará durante el Clasicismo un cambio, ya que se eliminarán los excesos barrocos y se tenderá a la naturalidad y acercamiento del argumento al público.
    Los teatros se multiplicaron, el público aumentó en gran medida y los compositores encontraron en la ópera una de sus formas favoritas de expresión.
    A mediados del siglo XVIII, y especialmente en Francia, la ópera seria había alcanzado una gran complejidad y artificiosidad: los argumentos sobre temas mitológicos eran demasiado sofisticados y  difíciles de entender, los cantantes se inventaban partes enteras debido a la complejidad de las arias,... Esto hacía que el público cada vez estuviese más descontento con este tipo de ópera.
    En 1752 se produjo un cambio, ya que una compañía ambulante de ópera se instaló en París y presentó la famosa ópera bufa de Pergolesi "La serva padrona". Su éxito fue muy grande, hasta tal punto que se crearon dos bandos, uno que va a defender este tipo de ópera y otro que va a estar en contra. A este enfrentamiento se le conoce como "La querella de los bufones".
    En una lado estarán los que defendían la tradición de la ópera seria francesa, mucho más elaborada que la bufa italiana, a la que acusaban de frívola y superficial. Encabezaba este grupo Rameau. En el otro bando, estaban los defensores de la nueva ópera que había llegado desde Italia, la cual consideraban que se ajustaba mejor a los ideales del Clasicismo de sencillez y claridad. Era mucho más fácil de entender para todo tipo de público, ya que sus argumentos eran mucho más cercanos al pueblo y además destacaban por la belleza de sus melodías. Al frente de este grupo estaba Rouseau y algunos otros enciclopedistas.
    En este contexto de enfrentamiento surgió la figura de W.C. Gluck, que buscó la reconciliación de ambos grupos, realizando una reforma de la ópera seria para que se acercase más a lo que el público pedía. En el prefacio de su ópera "Orfeo y Eurídice" expone los principios de la reforma que la ópera seria debía adoptar, que se resumen en los siguientes puntos:
  • Utilizar música sencilla, dejando de lado la complejidad a la que había llegado la ópera seria.
  • Evitar los contrastes entre recitativo y aria haciendo las arias más simples y los recitativos más expresivos.
  • El argumento debe ser más sencillo y verosímil, desechando los elementos fantásticos y artificiales de Barroco.
  • La música debe estar siempre al servicio del libreto y de los personajes.
    Bajo estos parámetros se va a componer la mayor parte de la ópera seria en Europa.

Opera Bufa

Es en esta época cuando la ópera bufa va a ganar importancia gracias, sobretodo a la llegada de la burguesía al poder. En Nápoles era habitual intercalar fragmentos cómicos entre los diferentes actos de las óperas serias. Estos fragmentos se fueron desarrollando y acabaron independizándose, dando lugar a un género nuevo llamado ópera bufa. Esto sucedió a finales del Barroco y principios del Clasicismo.
    Pronto se convirtió en el género preferido del público, que tomará el modelo de la Serva Padrona de Pergolesi y alcanzará su máximo esplendor en las óperas de W.A. Mozart. A pesar de utilizar las mismas características musicales que la ópera seria, la ópera bufa contaba con algunas particularidades:
  • Los argumentos recogen temas de la vida cotidiana, dándoles un carácter cómico y en ocasiones sentimental.
  • Utilizan el idioma de cada país y en ocasiones sustituye los recitativos por partes habladas.
  • Los dúos y los conjuntos vocales se fueron haciendo cada vez más habituales.
  • En los finales de acto los personajes entraban de manera gradual, de forma que la tensión iba en aumento y se resolvía cuando todos cantaban al final.
  • El lenguaje que utilizaban era asequible, sin grandes grandilocuencias.
    Se trata por lo tanto de una ópera mucho más fresca y alegre que la seria. Esto no es extraño si tenemos en cuenta que su principal misión era la de entretener al público, cada vez más amplio y sin conocimientos musicales. Mozart, que como hemos dicho será uno de los principales compositores de este género, escribirá óperas bufas tanto en italiano (Las bodas de Fígaro) como en Alemán (La flauta Mágica). La ópera bufa italiana llegó a toda Europa. En Alemania se denominó Singpiel y en Francia se llamóÓpera Cómique.

Romanticismo

Delimitamos cronológicamente el Romanticismo entre los años 1800 y 1890, aunque hay corrientes que presentan características románticas antes de estas fechas y en algunos países se extenderá hasta bien entrado el siglo XX. Entre el Clasicismo y el Romanticismo no hay una línea divisoria estricta, sino una lenta y poco definida transición que nos permite hablar de continuidad.
CONTEXTO HISTÓRICO:
    En 1815 se celebra el congreso de Viena, que dibuja las nuevas fronteras políticas europeas. La burguesía ha tomado el poder social y sus ideales de libertad quedarán patentes en todos los ámbitos de la sociedad. La revolución industrial se impone en todos los lugares con sus enormes consecuencias económicas, sociales y culturales.
    Nos encontramos con una nueva sociedad, surgida de la Revolución Francesa, que exalta la libertad del ser humano por encima de todas las cosas.
    El movimiento nacionalista surge en la última época del Romanticismo y con él se refuerza la idea de individualidad. El nacionalismo afectará a todas las artes y muy en especial a la música.
CONTEXTO CULTURAL:
    Los artistas románticos, cansados de la perfección formal del Clasicismo, buscan nuevas formas de expresión que les permitan dar rienda suelta a su impulso creador. En esta época de anhelo de libertad, los artistas se independizan de los mecenas y van a crear obras para un público que en ocasiones le adora y, a menudo, tarda en comprenderle. El principio fundamental del Romanticismo es la búsqueda de la exaltación de las pasiones en todas sus obras.
    Otro concepto que triunfa en la época es el de "el arte por el arte", sin condicionantes y sin tener que respetar todas las normas formales y estructurales que se habían impuesto en el periodo anterior. Los artistas van a ser genios creadores que son reconocidos como tales por el resto de la gente.
CONTEXTO MUSICAL:
    El Romanticismo es quizá la época más brillante de la historia de la música, ya que por primera vez, este arte adquiere la categoría de lenguaje privilegiado por encima del resto de las artes; la música es capaz de transmitir la verdadera esencia de las cosas.
    En el campo de la música también se dejan ver los ideales de libertad de la Revolución Francesa y por ello los compositores van a hacer obras sin encargo y según sus propios gustos, lo que llevará a muchos músicos a la ruina.
    El fundamento básico de la música romántica es "la exaltación de las pasiones"; los músicos románticos tratan, con su música, de influir en el ánimo del oyente implicándole emocionalmente. Para conseguir este propósito, el vehículo más apropiado será el piano, que se convertirá en el instrumento estrella del periodo, ya que con él se logra una atmósfera íntima.
    En esta época brillarán numerosos compositores, que seguirán, sobretodo en la primera parte del Romanticismo, el modelo de Beethoven, que será el compositor que sirva de enlace entre el Clasicismo y este nuevo periodo.
    En el Romanticismo la música va dirigida al corazón.


La opera

Durante el Romanticismo la ópera experimenta una gran evolución que lleva a este género a su cumbre más alta y lo convierte en el espectáculo preferido de la burguesía. Se construyen teatros por toda Europa y los cantantes se convierten en verdaderos divos (dioses) gracias al lucimiento vocal de sus arias.
    Vamos a ver el desarrollo operístico en los países más importantes:

  • La danza 

    Durante el siglo XIX la técnica del ballet clásico del siglo anterior encontró su definitiva formulación. A principios del Romanticismo, algunos maestros franceses se instalaron en Rusia y crearon una escuela clásica de ballets rusos , cuyo prestigio e importancia se han mantenido hasta la actualidad. Esta restauración está relacionada con la llegada a San Petersburgo del bailarín y coreógrafo Marius Petipá.
        Hasta ese momento, muchos de los ballets estaban constituidos y organizados a partir de la yuxtaposición de diferentes escenas, que en la mayoría de los casos no guardaba ninguna relación entre sí. Una de las grandes aportaciones de los ballets rusos fue la de poner en escena una historia coherente con diferentes temáticas, tanto dramáticas como cómicas.
        María Taglioni se convertirá en la gran bailarina del siglo, participando en los estrenos de los ballets de los principales compositores. Esta bailarina fue la primera que se puso de puntillas a la hora de realizar sus danzas en el escenario. Con este gesto se conseguía cierto sentido de ingravidez, convirtiendo a la bailarina en un ser etéreo. Entre los bailarines destacados se encuentra el ruso V. Nijinski.
        Otra de las novedades que se instalaron en los ballets rusos fue la utilización de cables para que los bailarines realizaran grandes vuelos por el aire.
        Entre los compositores más famosos de ballet ruso tenemos que destacar a P. I. Tchaikovsky que dio un gran impulso a este género con obras como "El cascanueces", "La bella durmiente" o "El lago de los cisnes".


    El post-romanticismo


    La etapa nacionalista coincide en el tiempo con los últimos coletazos del Romanticismo, que se produjeron sobretodo en Alemania. A este movimiento se le conoce con el nombre de Post-Romanticismo, que tanto en el ámbito expresivo como en el técnico constituye una prolongación del lenguaje romántico.
        Los autores post-románticos buscan llevar hasta el límite la exaltación de la individualidad y los estados anímicos personales. El resultado es un sonido amplio y, a menudo, grandioso, que se logra mediante orquestas muy numerosas y una rica y variada utilización de los instrumentos.
        Entre los compositores más destacados del post-romanticismo podemos nombrar a Gustav Mahler (Sinfonía nº 1 "Titán"), Richard Strauss (Así hablaba Zaratustra) y Sergei Rachmaninov (Sinfonía nº 1 en re menor). Todos los artistas post-románticos se verán muy influidos por la obra de R.Wagner y tendrán a su vez influencia en las primeras corrientes vanguardistas.

    Nacionalismo


A lo largo del siglo XIX, Europa vivió un agitado periodo nacionalista en el que muchos pueblos defendieron el derecho a su autonomía, amparándose en la lengua o en razones de tipo histórico. Este movimiento político nacionalista se hizo patente con la independencia de Grecia y Bélgica y las unificaciones de Alemania e Italia.
    Este fenómeno tuvo repercusión también en el campo de la música, donde se desencadenó un movimiento que volvió su mirada hacia la tradición y buscó materiales musicales en el folclore de cada territorio. El Nacionalismo tuvo importancia en países que habían estado sometidos a gustos musicales extranjeros, como Rusia, Bohemia, los Países Escandinavos, Hungría o España entre otros. Los compositores de estas naciones reivindican la música popular de sus patrias y sienten el afán de enseñarla al mundo como algo propio.
    Muchos de los compositores románticos anteriores ya utilizan o se inspiran en fuentes propias de su folclore; es el caso de Chopin con sus polonesas y mazurcas, o de Liszt con sus rapsodias húngaras. Sin embargo, es a partir de las revoluciones europeas de 1948 cuando se desarrollan plenamente los nacionalismos, en los que cada país busca resaltar su identidad rescatando su tradición cultural y folclórica.
    Este movimiento se caracteriza además por:
  • Elección de temas nacionales para óperas y poemas sinfónicos.
  • Interés por el folclore y las tradiciones de cada país, lo que conduce a la recopilación, estudio y clasificación de canciones populares. Nace así la etnomusicología.
  • Aparición de estilos nuevos al añadir al lenguaje musical romántico elementos melódicos, rítmicos y estructurales propios de las tradiciones locales. Con frecuencia se introducen melodías folclóricas en las composiciones.
    El nacionalismo musical sirve de puente entre el siglo XIX y el XX, ya que en muchos países se prolonga conviviendo con otros movimientos musicales contemporáneos.

Siglo XX

Desde el punto de vista cronológico, a la música de este periodo se le llama música contemporánea y tiene su origen en los movimientos nacionalistas del último Romanticismo que darán lugar a otras tendencias, en cierto modo continuistas, como el Impresionismo o el Expresionismo.
    CONTEXTO HISTÓRICO:
    El siglo XX es un periodo de cambios acelerados. El desarrollo de las comunicaciones y de las tecnologías van a influir en gran medida durante el transcurso de este periodo. Sin embargo, los problemas socioeconómicos y políticos derivados de la Revolución Industrial culminan a principios de siglo con la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y la Revolución Rusa (1917) y más tarde con la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Estos hechos sacuden hasta lo más íntimo las conciencias de la población. El panorama europeo es desolador ya que las guerras trajeron millones de muertos y muchas personas se vieron obligadas a abandonar sus países.
    Sin embargo, nada más terminar 2º Guerra Mundial se inicia una reconstrucción que abarcará todos los ámbitos: político, económico, social, ético y, por supuesto, artístico. El auge de la tecnología, los medios de transporte y las telecomunicaciones convierten a nuestro planeta en una aldea global que conoce casi con total inmediatez lo que ocurre en el mundo entero.
    CONTEXTO CULTURAL:
    El siglo XX es un periodo en el que los cambios y las novedades en el mundo del arte se van a dar con gran velocidad. Nunca antes, en la historia se había visto proliferar tal cantidad de escuelas, movimientos y novedades  como ahora. Los cambios y las tendencias se suceden de forma acelerada. Estamos ante una época de replanteamiento estético y formal del arte. Todos los movimientos que surjan tendrán un nexo común: el deseo de ruptura con el pasado.
    El contacto de la sociedad europea con culturas lejanas, propiciado por el avance de las comunicaciones y las exposiciones universales aportará nuevos horizontes a la creación artística. Desde finales del siglo XIX la pintura asume un liderazgo indiscutible en el terreno artístico, ya que encabezará todos los cambios y vanguardias que vayan surgiendo en el transcurso del siglo XX.
    CONTEXTO MUSICAL:
    El mundo de la música también se verá influido por ese cambio social y cultural. La música, cuyos recursos tradicionales habían sido explotados hasta la saciedad por los autores románticos, busca abrirse nuevos caminos y romper con el pasado. Gran cantidad de estilos vanguardistas musicales se irán yuxtaponiendo en el transcurso del siglo en busca de la novedad y la experimentación, a través de un cambio estético que dará lugar a las composiciones más variopintas.
    La aparición de nuevos géneros como el jazz o el rock y sus derivados arrebatará a la música culta el protagonismo, casi exclusivo, del que había gozado durante siglos. Poco a poco se irá convirtiendo en una música de minorías, ajena al éxito y a los intereses comerciales. En la segunda mitad de siglo, la llegada de la tecnología alterará la forma de componer e interpretar la música. Por primera vez en la historia los medios electrónicos e informáticos tendrán una función importante dentro del fenómeno musical.


Primera mitad del siglo 



 A comienzos de siglo, los nuevos lenguajes se fueron imponiendo de manera gradual, y con mucha dificultad, en un mundo aún dominado por los últimos grandes compositores del Postromanticismo y del Nacionalismo. Compositores que, a pesar de componer en el umbral del siglo XX, tuvieron una gran influencia posterior.
    La nueva concepción de componer vino de dos ciudades diferentes, que fueron París y Viena. En el primer caso con las aportaciones del Impresionismo de la mano de C. Debussy, que supone un punto de partida para la música de vanguardia; en el segundo con la ruptura  que suponía la música de Arnold Schoenberg y sus discípulos en la Escuela de Viena.
    Hubo otras rupturas, incluso más radicales, como la del Futurismo en Italia, que aunque no tendrán mucha vigencia como corriente estética, influirán en los movimientos que tendrán lugar en la 2ª mitad de este siglo. Otros movimientos, como el Neoclasicismo, intentarán devolver a la música a sus cauces tradicionales.


Segunda mitad del siglo 

   Herederos de las novedades aportadas en las primeras décadas, durante a segunda mitad de siglo el arte en general y en particular la música siguen las pautas de ruptura con lo establecido marcadas por los autores de las generaciones anteriores.
    Ya ha desaparecido de forma definitiva el lenguaje universal tonal, llegamos en este periodo a la concreción de estilos artísticos mucho más radicales e individualistas, en los que todo es válido para crear una obra de arte, que, muy a menudo, va a sorprender al un público que no está preparado para este tipo de música.
    Por primera vez en la historia de la música los medios electrónicos, que se van desarrollando debido al gran avance de la tecnología, formarán parte de la composición. Los instrumentos tradicionales van dejando su sitio a otros instrumentos de nueva creación, que se congregarán en el laboratorio musical y más tarde en el ordenador.
   


Danza


Ballet ruso

 Durante el Romanticismo el ballet se había convertido en una arte muy complejo lleno de virtuosismo y acrobacias carentes de contenido. El nuevo ballet del siglo XX huye de esa técnica fría y mecánica para poner la danza al servicio de la expresión, sin someterse a reglas ni academicismos estrictos.
    El gran impulsor de esta reforma fue Sergei Diaghilev, quien pese a no ser ni bailarín ni músico cambió el destino de la danza fundando los "Ballets Rusos" en 1909. Este hombre, contrató a los mejores artistas del momento para llevar a cabo su proyecto. Para él trabajaron diseñadores como L. Bask; pintores como Picasso, Dalí o Miró; compositores como Debussy, Stravinsky, Falla o Satie; bailarines de la talla de T. Karsavina, A. Pavlova o V. Nijisnky; coreógrafos como L. Massine, o Fokine.
    Los primeros éxitos de la compañía fueron fruto de tres ballets de Stravinski titulados "El pájaro de Fuego", "Petrushka" y "La consagración de la primavera". También destacó un ballet del español M. de Falla titulado "El sombrero de tres picos", con decorados de Pablo Picasso.
    La compañía de "Ballets Rusos" se deshizo en 1929 con la muerte de Diaghilev, pero los colaboradores y bailarines que se habían formado en ella se dispersaron y extendieron sus enseñanzas por todo el mundo.

Danza Moderna

Además de las aportaciones del ballet ruso, se produjo en la misma época, de forma paralela, y por parte de numerosos bailarines, un intento de renovar y modernizar el ballet para hacerlo más acorde con las nuevas tendencias artísticas. Este tipo de danza se caracterizará por el rechazo al espectáculo y a las normas del ballet tradicional, hacia unas formas de movimiento más naturales.
    Entre estos artistas destaca la bailarina Isadora Duncan, que solía bailar desnuda con una simple túnica. Quiso aportar al ballet una espontaneidad y una libertad mayores en la expresión del cuerpo, huyendo de la estereotipada técnica clásica. Este tipo de baile busca la expresión profunda de los sentimientos. El resultado es una nueva concepción del ballet que muestra lo bello y lo feo de la vida, que incorpora el trabajo en el suelo y evita la rigidez de los pasos definidos dando al artista mayor libertad de movimiento, ya que como afirma Cunningham: "Cualquier movimiento puede ser un movimiento de danza".
    Duncan tendrá muchos continuadores como R. V. Laban, M. Graham o M. Cunningham, que darán lugar a lo que conocemos como la danza moderna que se sigue desarrollando hasta la actualidad.

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